viernes, octubre 17, 2008

No Sé Si Fuimos Amigos



Cuando el canto obscuro
llamó a aquel muchacho-hombre,
fue como un sueño quebrado,
como detener la regia catarata,
un silbido que se apaga.

Entonces aquella noche,
la noche más noche que he vivido,
trocó su negro azabache
por un luto sempiterno.

Y a aquel muchacho-hombre,
del que mis amigos me cuentan
que fue mi amigo también,
nunca tuve la oportunidad
de preguntarle
si en efecto él era mi amigo.

Más recuerdo yo que fui su cofre,
donde refugió
alguna que otra confidencia,
también fuimos llanto y rabia,
y nos encontramos en canciones
que ambos tarareábamos,
a veces para disipar las penas,
a veces para asimilar el alcohol,
a veces para alegrarnos un ratito;
fuimos cómplices y holgazanes
a la vez que construíamos sueños,
como de superhéroes de revista.

Se quebró un sueño, sí,
pero así como se quiebra uno,
nace otro,
así que aquel muchacho-hombre
se quedó plasmado en nuestros sueños,
y así,
como cuentan han de ser
los ángeles de la guarda,
su recuerdo no nos desampara.

Alguien me dijo una vez
que la vida es frágil,
como una vela cuya llama
al más ligero soplido
se extingue.
Temprano que tarde
uno también termina
oyendo aquel canto obscuro,
de piedra,
y zas, el cuerpo se le apaga...
Pero el humito del alma queda.

Al día de hoy
ha transcurrido un año,
y yo aun sigo sin saber si,
aquel muchacho-hombre y yo,
fuimos amigos.
De lo que si estoy
completamente seguro es que,
en esa noche noche,
por primera vez,
sentí el dolor de perder
a un hermano.



A mi amigo y hermano Alberto “Paco” Rincón
Enero 28 de 1979 - Octubre 17 de 2007
Q.E.P.D.

Rudy Cifuentes.
Ureña, 17-10-2008

jueves, octubre 16, 2008

Día Gris



Hay días en que,
lo uno con lo otro,
es gris.
Los monjes con su Tíbet,
los ríos con sus sirenas,
las risas con sus penas

El aire que
encarcela la llovizna,
los mares con sus pampas,
las flores y sus briznas,
los chicos de la escuela,
el bulevar con sus verbenas

Grises,
como gris es
la melena del león,
los ojos de la memoria,
las modas inglesas,
las gentes y su escoria

También hay días de amor gris,
del dilema y cicatrices,
de los fierros,
de barnices,
de amantes sin compás
o de un beso y nada más,
de calumnias y de vals,
de caricias con lamentos,
de un te quiero muy fugaz
con mirada de harapientos,
del lecho sin un cobijo,
de rastrojos y piel

Hay días
como el de hoy,
en los que deseo no abrir
los ojos porque,
allá afuera,
como aquí dentro,
todo está teñido de
ese espeso y punzante gris,
desde tus verdades
hasta mis mentiras

Y hay días en que hasta el sol,
con la luna de por medio,
es gris

viernes, septiembre 26, 2008

Confesionario (Todo Lo Que Acabo de Negar)



"Hagamos este trato:
Si al llegar a los 50
aun seguimos acompañados
de nuestras solterías,
te prometo que nos juntamos
para que así nuestras soledades
al fin se hagan compañía"

(Quizá 20 años. IJMS)

I

No es la mujer
del esqueleto-armazón
ni la de carne pecaminosa
y fluidos benditos
con su tímida piel, ominosa
ni es su virginal pureza
tampoco sus ojos cobrizos
no sus senos, sus mesetas
ni su andar quiebra-caminos
Es la mujer y su magistral certeza

II

No es la mujer
y su repleto escaparate
ni sus escotes, ni sus minis
mucho menos el maquillaje
No es la mujer o su silueta
ni aquella a la que entona un bandoneón
es más que placer y pantaletas
es la mujer, su canto de gorrión
es la mujer
es ella misma hecha canción

III

No es la mujer
que avienta su lujuria
ni su sexo sin pudor
es la que moja
cuando se hace lluvia
no es la que hace unas mil promesas
ni la que barre o toma mil siestas
es la que ama sin ser desnuda
la que seduce a mi alma inquieta

IV

Es la mujer
la que se sueña y es querer
no la mujer que atemoriza
cuando escupe volcán-ceniza
es la que vuela, se hace inmortal
es la que pinta su/mi soledad
es la mujer, esa sensación
está en mi vida cuando no está
y esta en los sueños de mi Nación

V

No es la mujer
que brota y sufre
es una flor pétalo brisa
es cuando habla
es como hechiza
y si soy un tanto justo
es la que contagia, enferma
y mata con su sonrisa
No es la mujer de mis delirios
ni son sus manos
su andar lejano

VI

No son sus pies crea caminos
menos su boca de pergamino
no es su derrière, guedeja de oro
no es su pubis o sus tesoros
es la mujer que rompe esquemas
es la que arde, es como quema
es la que duda o se contradice
y es como un cielo
de mil matices

VII

No es la mujer
que se esclaviza
es cuando toca y te hipnotiza
la que lame el amor
tan delicado
la que entrega alma, vida y corazón
aun cuando
ya la han matado

VIII

Es la mujer
por la que podría esperar
quizá 20 años
o un siglo más
quizá este cielo, quizá un quizá
Es la mujer que sabe a hielo
y aun congelado, pues yo la espero
es la mujer, arde un infierno
siente Universo
llora sin miedo
Es la mujer
que se hace grafito
la que entre estas letras
se va volviendo un rito

IX

No es la mujer
que se hace piadosa
es la que castiga, espina y rosa
es la que miente para no herir
la que es aun más hermosa
al no asentir
es la mujer con la que uno se acuesta
la que se cuela invadiendo sueños
es la mujer en quien se piensa
desde temprano al levantarse
hasta muy tarde en el infinito
es la que enciende dentro
un farolito

es la mujer por la que este desvelo
es un milagro
es un consuelo

X

No es la mujer incondicional
es su inocencia, es su verdad
es principio
abismo
hoy, mañana, ayer
nostalgia
y final
No son sus piernas
ni su abisal
no es su ombligo cándido
y maternal
ni son sus labios
pasión carnal
son sus albores, su despertar
es su refugio útero-abdominal
donde se forja vida
donde no hay umbral

XI

Es la mujer
que se hace grafito
la que entre estas líneas
se va volviendo un mito
es la mujer por la que podría esperar
quizá un milenio
quizá diez, veinte vidas más
es la mujer por la que sueño y no
Ella es todo eso...
Y también todo lo que acabo de negar

viernes, julio 18, 2008

Huellas en el Aire



Intenté
volar a su lado
como si de ser un pájaro más
se tratase
volé cuando fui hebra
de algodón raído
sin el remilgo de plumas
sentía el goce
de ser arropado por el viento
voltear la mirada al suelo
engreído
observar las estancias más recónditas
de la Patria

Pero aquel pájaro alado
inmaculado plumaje celeste
pico plata, trinar despavorido
esa ave rompía inerme
las alturas junto
con su virgen firmamento
y arrojaban sus alas
una turbulencia impía
que me azotaba agudo
hasta mi picada
luego un bullicio en los tímpanos
precipitación al suelo
y un gran BOOM como de
Hiroshima

Pasaba el tiempo y cada vez
más sed de vuelo en el paladar
y cada ocasión el estallido
más escombros/más víctimas...
Pero uno añora

Y entonces
otro despegue
a surcar cielos ajenos
de otras estancias o
de una Patria que aclamó/aclama
héroes muertos
libertadores de leyenda
una que otra fábula
de conquistadores del odio

A la Patria
el regente en su discurso
vanagloria agranda ama
musita acerca de su proeza
le alaba hasta las alhajas
como subastándola
ofreciéndola al mejor postor

Pero cuando cae el telón
su discurso es más preciso:
¡Que se vayan a la mierda!
y comienza allí la orgía
machaca la Patria
la corroe, le empuja fuerte
le abre las piernas
la penetra/la viola
sin clemencia
vocifera ¡Puta!
se carcajea cual hiena
y ya no distingue
entre Patria o Paria

Así la Patria aciaga
se adormece tímida
y los zamuros
acuden
de la carroña de sus cimientos
el festín mezquino

Más la Patria verdadera
no es tres colores
ni cinco estrellas
u otros simbolitos o dibujos
pues la Patria no pare
hijos solamente
también los adopta
la Patria no colinda
con otra Patria
no conoce de limítrofe
ni de infinito

Es huella eterna del corazón
más que de su progreso
con sus hijos autóctonos
y foráneos
no codicia no distingue
porque tiene dos tetas
y amamanta sin preguntar
acerca del nido

Vuelan los pájaros
de brisa fresca
van a reencontrarse
a forjar el cielo
la premonición va tras
sus colas
vuelo arrebatado
quiebra-horizontes
revoltijo
de relámpago y crepúsculo
vuelven los pájaros al vuelo
entre zumbidos melancólicos
y al verlos
surcando/sesgando nubes
trato yo
de seguirles el rumbo
otra vez el aleteo inútil
la turbulencia exagerada
súbito desplome al suelo
y otro BOOM de tristeza

A esas aves sanguinarias
deberíamos cercenarles
el plumaje de acero
arrancarles las alas peste
confinarlas al olvido
de una jaula
y acallar el trinar lastimero
de su miseria esparcida
su miedo infundado
el exterminio y la sin razón

Deberíamos volver a ser
pájaros de pluma y corazón
de esa clase de aves
que no dejan sus huellas
ni en el mar que embravece
ni en la ramada del árbol umbral
no en el suelo que fertilizan
ni en los pavimentos rotos
ni en los tejados de cieno
o en las candilejas marchitas

Los pájaros verdaderos
los que acarician
la tempestad
van dejando
huellas en el aire
esa brutal turbulencia
y otro BOOM...
Quizás
una Patria nueva

Nota: Este va dedicado a mi amiga "La Chilena" Mallén,
ya que fue del título de su blog de donde engendre la
idea para armar este intento de poesía.
Para ti Mallén y para tu patria querida Chile, que también
en el pasado ha sido victima de los flagelos del tirano.
Gracias.
Veneno Nº 1



Y entonces algún día
cuando por fin acepte que estoy loco
-como tu afirmas-
te mataré o
te besaré...
No importa
seguramente
de cualquier forma
sea como sea
morirás...
Y morire.

jueves, julio 17, 2008

Ansias de Luz

Osado yo que desde mi penumbra
quise saber si aquella luz
era una luz o era
una sombra

Osado por perdonarte cuando tuve
tu cuello pendiendo de mi puño
osado por la vileza
de no borrarte efímera

Te miré, te remiré
cada día, cada cuanto
te volviste costumbre
y ya no me cansaba de mirarte
desde el talón a la cintura
desde los surcos hasta la pestañina
pasando por el nácar
mordiéndote los rastrojos
acicalandote las piernas
descubriéndote cada poro
evitándote cada lágrima
capturándote cada gesto
soñándote
desnuda
pura
lasciva



Te exprimí
causal del fastidio
se te notaba tamaño aburrimiento
a veces te hablaba/me hablabas
para aburrirnos juntos
como para saberme vivo/saberte viva

Y asi te viniste
por el senderito roto
a paso cachazudo, cansado
como se construyen los diamantes

Porque muerte eres/al menos en mi
y en polvo nos convertirás
y porque muerte eres
no llegas con aviso
pero tampoco de sorpresa
de alguna manera
estas siempre latente
acuciando, acechando
sin absolutez
porque muerte eres, dices:
agonizarás
no petrificado
no muerto
muerto ya estas
desde tu mirada yaces
con el alma de adoquín
con los días sin fondo



Osados estos ojos
que no se cansaron de verte
y gozarte el hechizo
no de piedra
no de locos
mirarte y mirarte
guedeja y poros
carne sin conquista y sin
coraza

Osado yo porque esa luz
no era luz ni era sombra
simplemente era yo
y la mirada febril
desvencijándose por alcanzarla
hundiéndome famélico
en la opacidad de un delirio
a tientas

miércoles, junio 04, 2008

El Reflejo del Tigre



Ni el tigre que rugía en las venas
ni su confiado andar que era el viento
ni los hoscos devenires del desconsuelo
ya ni siquiera la amenaza breve

Se va diluyendo en su realidad
que el sueño termina y la claridad se cierne

que ya no se cree un alter ego
ya es él, no aquel ideal

Es ciego, y de fe ciega
es imperfecto, pues así lo forjo su esperanza
es su propia ilusión y ansia perderse en ella
para no volver
para no avanzar
para no quedarse



El futuro le atiza a la tristeza
la tristeza que fue ayer
el ayer que se instala en sus horas
y así las horas no transcurren
se apelmazan
se ciñen a la memoria

Como si arrancarse la calma fuese así de fácil
¡Calla!
tu no sabes lo que dices
y yo estoy más mudo que cuando te conocí
y así, mudo, he de quedarme
Déjame tu silencio para imitarlo
déjame tu voz para regar los lirios a tu partida
déjame llorar un poco para apagar mis manos
déjame volver al frío
para terminar de roer al espíritu maltrecho
que no acata fin en su porfía
déjame un pedazo de tu vientre
para sembrar su candor en tierras amargas
y que así renazcas en tu paz, en tu dicha
y así tu grandeza mutile mi razón
y me devuelva al sueño



Puedes irte con tus historias
puedes llevarte todas mis trincheras
puedes dejarme tu latir exánime
vete con la opaca tranquilidad
que de cualquier manera
las hojas quedan manchadas de tu charol
marcha a tu horizonte difuminado
que ya antes he sentido la amargura
enraizándose a mi pecho

Era el tigre que corría en mis venas
era su rugir sin pretensiones vagas
era su presa atemorizada
era mi fin, con su principio...
fue la luz que me llamaba al sol poniente
la niebla que me enseñaba el camino
los pasos que me cuidaban del tropiezo...



Era el tigre que se refugiaba en mis entrañas
y ahora solo queda el tegumento de una bestia indómita
que se desmorona como la vida y sus alimañas

viernes, mayo 16, 2008

Un Bastión de Soledad



La masa hecha de fierros
y yo pendo,
yo pendo

El hombre que corre ciego
y yo viendo,
yo viendo

La muerte que aun no me llega,
y yo rehuyendo
yo rehuyendo

La rabia que se me acerca
y no comprendo,
no lo comprendo

La destrucción que me sosiega,
la voy sintiendo,
le voy queriendo

Otra ilusión que no da tregua,
se va moliendo,
me va royendo

Tu en otra luz,
tu en otra senda,
yo sin alientos
yo sin barreras,
tu en tu futuro,
sin tus cadenas,
tu, esa otra tu,
tu, ese desconcierto...

Yo quebrando el muro,
mi sangre ahuyenta,
me aleja el mundo sin compasión

De soledad es el bastión,
soledad que me ametralla,
soledad con su canción,
y así que muera,
y así,
así sin brillo
así sin son

Se que ya vienes,
se que me turbas,
pero no es aquel rincón,
ni el gemido tardío,
es no perdonarme a mi mismo
el que me quede sin palabras,
es verte huir,
verte sin mirarte,
es saber que estarás ahí
en mi descalabre

Y se sabe el futuro,
impío y maldito,
premonición de mi alma,
maldito el adivino,
maldito yo,
y mi maldita soledad.

martes, mayo 06, 2008

Carta Breve a la Esperanza




Mayo 02 de 2.008
11:55 p.m.
En algún lugar de la noche


Mujer,

Uno no debería prometer nada.
Solo esperar a que el tiempo,
- con hechos -
demuestre las cosas que no deberían prometerse,
pero que los seres humanos,
por incautos,

solemos prometer.

Pero uno promete porque hay esperanza,

y es lo que nos queda,
aferrarnos a esa esperanza.

Yo tal vez haya prometido muchas cosas en mi vida,
a distintas personas,
cosas que tal vez no haya cumplido a cabalidad,
palabras que no he acatado al pie de la letra...
Por incauto.


En cuanto a ti,

espero que el tiempo me de la razón y demuestre
- con hechos -
lo que alguna vez te haya prometido.

No pierdas la esperanza señorita, aun menos estes triste.
El amor sí existe…
Pero mejor, no te lo prometo.


martes, abril 01, 2008

Mujer y el Universo



Veo a todas esas gringas fofas,
con sus pieles blanquecinas, como el mármol,
con sus brillos falsos,
sus atributos de goma,
tienen facciones lindas, si, pero
¡tan comunes!
llenas de refacciones, como un neumático parchado,
y repetidas,
como un puñado de arroces,
como resma de hojas de papel,
con sus ojos verdes,
repetidos como el pasto en la pradera,
o azulitos,
repetidos como el cielo mismo,
ellas no son nada,
nada especial,
simplemente gringas,
llenas de refacciones,
como un carro viejo,
pero en cambio tu...

¿Tu que eres?
¿Cómo se te puede definir?
¿Con qué se te puede comparar?
¿Será que acaso eres de otro planeta?



Tu, en tu piel de arenas venusinas se funden las estrellas,
con tus ojos forjados en los cielos de saturno,
observas el renacer de las galaxias,
con la boca maquillada rojo Marte,
en un beso despides al sol que se marcha a su crepúsculo,
tu cabello enmarañando lunas,
me enreda el alma con tu Universo y yo,
yo solamente con mis ganas de mirarte,
verte los viajes en cometa,
con mis ganas de tocarte,
abrirte más agujeros negros donde puedas escapar,
con mis ganas de sentirte
en los trazos de fresca brisa,
con mis ganas de besarte
en los labios de la gloria,
con mis ansias de amarte
y morir en pro de tu causa justa.



Y yo...
Yo con mis ganas de no añorarte,
pero he aquí que de brisa eres
y andas galopando el cosmos,
emancipada de las constelaciones,
ya ves que estas hecha de gloria,
esa que solo almas santas pueden alcanzar,
ahí tienes que viajas en los cometas
a velocidades ultrasónicas,
mira como te escapas hacia otras dimensiones,
por entre esos agujeros negros que yo tejo...
Y sigo amándote, amándote esa indiferencia.



Te me vas, te me vas,
como que no existís...
Tal vez en otro planeta...

lunes, febrero 25, 2008

Fase 1: Reordenamiento Visceral y Concienzudo de los Sentimientos

Caen chuzos que como lanzas han sido atestados,
caricias frías en cada uno de mis costados,
ven fluir la sangre que aúlla a lunas inertes,
aquellas que fueron esclavas y ahora son mis huestes



Mártires del tiempo, hechizadas en noches de verbena,
como mil ciempiés se evaden en cuevas de mi cerebro
las razones que se esconden por temor a las barrenas,
y a las miradas de espejos que causan desconcierto



Túnel, a través de tu cálida oscuridad he aprendido
que hay mil caminos ciegos que nuestros pies deben vagar,
y encontrar no luces, aun menos chispas ni gemidos,
para reconciliarnos con los sueños que algún día han de llegar



Armo, desarmo, reconstruyo en tinieblas mi rompecabezas,
intuyo amaneceres con sus mieles de ansiedad,
doncellas de campo, líquenes, vastos placeres,
dos espíritus en torno, amarrándose a mis sienes



Lidia una batalla, limpia, bella, decorosa,
jóvenes que codician latidos de pecho ajeno,
hoy tus días se están tiñendo de ardiente sol
y mi mirada se asoma a admirar tu crepúsculo bermejo



Camina sobre lagos petrificados, sobre cumbres intrincadas y tumultuosas,
los silentes bosques se corrompen a su paso y vociferan,
corrientes de sinfonías infestadas con sus azores
tocan las puertas de mis oídos y, sin esperar, se hacen amores,
como una algazara de niños risueños, brincan, bailan, juegan,
con su tenaz vitalidad van azotando cada precipicio,
y en la encrucijada de los sentimientos y la razón
cada cuál usa sus herramientas para enredar los intersticios



Mátame si puedes, ahora que la madeja se posa en tu mano,
habla fuerte y sin clemencia el trueno que desde tus ojos desciende,
y ahora que estamos a solas, compartiendo el plenilunio que tanto extraña el inconsciente,
antes del eclipse mátame con tu amor, y si quieres, sepúltame para siempre,
pero nunca exhumes mi recuerdo de la cripta que llevas en tu corazón
o tendré que vagar errante por esos túneles agrios, carentes de canción,
y recorrer tus venas quemándote las ganas, royendo tu memoria, clavándome en tu pellejo,
como una espina madura enconándose en una aciaga flor de pétalos añejos,
mátame eternamente y con tus brazos, abrázame en cruento exilio,
pero nunca más me sueltes, pues de caer, seria el averno mi asilo.