martes, abril 17, 2007

Surarica, La Tirana

Luciérnagas malditas, acallen sus centelleantes luces,
esta esperanza es débil y se agota como el rocío de la mañana,
es oscuridad donde los resplandores incandescentes de sus vientres
se sienten como extrañas piezas, adjuntas a un cuerpo inerte,
sin sensaciones, demolido por el roce constante del viento.
Cada fecundo instante, se extravía el sol,
y los horizontes se funden en una aurora para apartar los caminos,
dejando así solo una confusión de voces
y un desastre que se hace inminente.

Ustedes, ruinas mías, cantos aborígenes de pájaros y bestias,
valles roídos por el cieno que curte
hasta las miradas menos piadosas,
una estirpe en tu nombre,
hombres del ayer sumergidos en el asfixiante hoy,
como disfraces extraños, se mezclan entre la indiferente multitud,
conquistados por las columnas de basalto,
sepultados bajo lozas de concreto,
sin festejos, sin llantos,
adornados con símbolos de papel
que no guardan significados ni historias que contar;
retoños del pastizal,
sus manos corroídas por el tiempo
y la sensación de luces cada vez menos visibles,
una y otra luz que se apagan,
mientras al rey Jagüar no le queda otra opción que engullirnos
para proteger sus palacios de roca y madre selva.

Suramérica, reina y vasalla,
paraíso corrompido por los frutos podridos de tus propias tierras,
hijos necios, agitados en probetas,
renombrados sin nombre,
cantos aborígenes y lluvias que se niegan a venir,
fantasmas de sabana cuidando nuestro descanso y, una vez más,
la corriente de un caudal que rompe el silencio de la noche
con unos colmillos de marfil prestados,
no distingue fronteras y arrasa con la suciedad a su paso,
bestias inefables, hombres malditos,
luciérnagas sin luz, hombre sin espacio ni tiempo,
hombres solitarios, vagantes, errabundos,
nómadas sin tribu.

Otra vez, es el alba y, otra vez, el hombre se equivoca...

2 comentarios:

Destin dijo...

Muy buena prosa.
Saludos mexicanos,

Anónimo dijo...

Buenas

Hace mucho tiempo no entraba a ver tu blog, he estado un poco desconectada del mundo por algunos problemas que he tenido.
Me gusto mucho este poema y los anteriores que no había leído.

Un gran saludo de mi parte Fragilidad