Ansias de Luz
Osado yo que desde mi penumbra
quise saber si aquella luz
era una luz o era
una sombra
Osado por perdonarte cuando tuve
tu cuello pendiendo de mi puño
osado por la vileza
de no borrarte efímera
Te miré, te remiré
cada día, cada cuanto
te volviste costumbre
y ya no me cansaba de mirarte
desde el talón a la cintura
desde los surcos hasta la pestañina
pasando por el nácar
mordiéndote los rastrojos
acicalandote las piernas
descubriéndote cada poro
evitándote cada lágrima
capturándote cada gesto
soñándote
desnuda
pura
lasciva
Te exprimí
causal del fastidio
se te notaba tamaño aburrimiento
a veces te hablaba/me hablabas
para aburrirnos juntos
como para saberme vivo/saberte viva
Y asi te viniste
por el senderito roto
a paso cachazudo, cansado
como se construyen los diamantes
Porque muerte eres/al menos en mi
y en polvo nos convertirás
y porque muerte eres
no llegas con aviso
pero tampoco de sorpresa
de alguna manera
estas siempre latente
acuciando, acechando
sin absolutez
porque muerte eres, dices:
agonizarás
no petrificado
no muerto
muerto ya estas
desde tu mirada yaces
con el alma de adoquín
con los días sin fondo
Osados estos ojos
que no se cansaron de verte
y gozarte el hechizo
no de piedra
no de locos
mirarte y mirarte
guedeja y poros
carne sin conquista y sin
coraza
Osado yo porque esa luz
no era luz ni era sombra
simplemente era yo
y la mirada febril
desvencijándose por alcanzarla
hundiéndome famélico
en la opacidad de un delirio
a tientas
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