CERTIDUMBRE DE VOS
No porque encalle en árbol
donde tejes tu enredadera,
te observe con ojo armiño
y te acicale el ensueño,
no por eso te espío
No porque te adivine la risa,
me adelante a tu parpadeo,
te convoque la silueta,
no por eso te conozco
No porque te halle el escondite,
te oculte de aterciopeladas calles,
te proteja del rubor nocturno,
no por eso te persigo
No porque te alabe el paso fresco,
te envidie el beso,
y te relate de Babel y sus jardines,
no por eso te auguro
No porque te sepa
el olor a madreselva
y paz,
te salve de la hiedra,
te llame como brisa,
no por eso te venero
No porque te haya visto retozando,
dominando el horizonte,
compartiéndome el susurro,
no es que te vigile
No porque ensombrezca mi candor,
me oculte de tu luz y
salte hacia mi propia nada,
no quiere decir que de ti
me ausente,
o me olvide
Solo preciso hacer acto de magia,
pues no quiero que
te ofusque mi ímpetu
que te rompa mi algarabía
que el lazo se nos marchite
que mi voz se escabulla
que mi intención sea vana
que la sangre se me pierda
Lo que en realidad no quiero es
aburrirte de mí,
condenarme de ti,
de tu ser fugaz,
para así poder seguir queriéndote,
igual,
como desde aquel día primero en que aprendí
como es quererte
a expensas de no tenerte
No porque me enfrente a tu
flamante garra,
te provoque tenaz incendio,
y me plante alacrán en desafío,
no por eso me hallaras más contestación
que la sutil caricia
No porque te retuerza un llanto,
te apague un instante el alma,
te revuelva el nombre con melancolía,
no por eso te desee triste
No porque te has marchado
con advertencia pero sin aviso,
como un trueno,
afilada,
no por eso no te esperaré
Es una maldición de los solitarios
el llegar a casa y tenerte
iluminando cada pared, cada despensa
como si tu ausencia pronta
fuese la calamidad de un Déjà vu
No porque te llame en desespero
y muera,
y sepa que estas, pero no escuchas,
no por eso creas
que he de extrañarte
Solamente hoy
un poco más que ayer
hoy que sentí lejano tu latido
hoy como una bandada de pájaros
hoy que te robe del sueño
para hacerte alhaja
para nombrarte bendición
hoy que le arrojé mar a la luna
para callarle el oleaje
hoy que me sentí como desierto
sin sol naciente
hoy cuando te hiciste vientre
cuando el frio me torno gris
huraño como el resto del mundo
hoy que mi memoria se acordó un tanto de ti
otro tanto de tu influjo
solamente hoy puedo decirte
¡Cuánto te extraño!
Otra vez, para ti, por mirarte un rato y mientras... (04.07.12)
1 comentario:
Podríamos maldecir la palabra "extrañar", en todos los sentidos.
Si su abandono se debe a la inspiración, entonces beba un sorbo.
Ya una vez me reclamó, ahora yo lo hago.
Beso
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